SERPIENTES EN LA CULTURA POPULAR IBÉRICA

Serpientes, bichas, culebras, víboras, bichos largos... cualquiera de estos nombres es suficiente para ponerle a más de uno y a más de una los vellos de punta. No es para tanto diría yo pero se que es una especie que provoca este sentimiento. Su tacto frío, la manera de desplazarse, su mirada...
Pero, no es para tanto. En españa tenemos víboras y culebras, de las cuales pocas de ellas son venenosas y pocas de ellas nos matarían. Eso sí, nosotros no dudamos en dar un golpe con un palo a una de estas porque...menudos monstruos!!!.

Culebra de escalera.
Es un tipo de animal que realiza un claro control de los pequeños roedores que tantas veces dan al traste con nuestras huertas y cultivos. En el huerto donde hay una culebra bastarda no encontraremos muchos ratones y topillos royendo nuestras lechugas, coles, tomateras y demás hortalizas. Y sin embargo, si es descubierta, hay que matarla. Por favor, pensemos un segundo antes de bajar el palo que cesgue su vida. Hemos de tener en cuenta que la naturaleza está muy bien equilibrada y, cuando matamos las culebras, porque no nos gustan, porque nos dan asco, porque porque porque, estamos dando vía libre a ratones, topillos y demás.

Culebra de cogulla
En la cultura popular, tenemos cosas muy curiosas con estos bichejos. Una de las más extendidas y curiosas es la capacidad que se le atribuye a estos animales de ser capaces de adivinar donde hay una recién parida, con un bebé lactante. Ahí que se encamina la serpiente y, al amparo de la noche, se acerca a la madre que amamanta a su retoño. Con sumo cuidado, desplaza al mamoncete y le introduce la cola en la boca a modo de chupete. Acto seguido, ella comienza a mamar del pezón de la madre que cae en un sopor tremendo. Esto era detectado porque al bebé se le solían poner los labios ennegrecidos. Entonces se colocaba una trampa que consistía en arrojar harina por el suelo para ver si aparecían las indiscutibles huellas del reptar del ofidio mamón. Esto era creido a pies juntillas, hasta se adivinaba el serpenteante paso de la bicha sobre la harina. Parece increible, pero así se cree en muchísimas zonas de España. Además de mentira, es totalmente imposible que la boca de un ofidio pudiese mamar de un pezón. Bueno, pues eran perseguidas por este motivo.

Se dice que clavan la boca en el suelo y pueden agredir a uno con la cola a modo de látigo. 

 Culebra de escalera.
También se piensa que son capaces de hacer bajar a los pájaros hasta el suelo con el poder de su mirada para acabar comiéndoselos.

Entre los dichos que encontramos:
"No mientes la bicha": para no acercar la mala suerte
"Más fría que una culebra": por su tacto frío.
"Ser una víbora": alguien malo.
"Escupe por un colmillo": idem

La camisa de la culebra, sin embargo, era considerada apotropaica y, por ello, muy estimada. Cuando encontraban alguna, lo que es relativamente fácil en el campo en primavera y verano, la guardaban y la empleaban para el dolor de cabeza, colocándosela sobre el pelo y bajo la boina, los hombres, o bajo el pañuelo, las mujeres. 

El individuo atacado por una generalizada erupción de granos, que afectaba todo su cuerpo, para sanar, seguía el siguiente procedimiento. Salir al campo, cazar una culebra, despellejarla y después de limpia trocearía en pequeños trozos y freírlos en aceite hirviendo. Una vez frita el enfermo debía comérsela toda, sin dejar cachito alguno, por pequeño que fuera. Sanaba en un par de días. Y digo yo que si se dejaba un trocito...no se curaba?? Esto es cultura popular.

Será de Nikon??

Susguste!!!